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Dietas Mágicas… Mito o Realidad?

Dietas Mágicas… Mito o Realidad?

De vez en cuando se ponen de moda dietas con nombres llamativos y promesas exageradas como: «baje 20 kilos en menos de un mes» o «adelgace comiendo sólo pomelos». Generalmente son dietas absurdas, basadas en pocos alimentos o con muy pocas calorías. Algunas son solo mentiras que juegan con nuestro bolsillo y nuestra salud.

La promesa de estas dietas es perder peso de manera rápida y sin esfuerzo. Aparentan ser prácticas e inofensivas, pero pueden ser muy perjudiciales, además de poco efectivas ya que el peso perdido se recupera casi siempre de manera inmediata. Además pueden predisponernos a la bulimia o anorexia ya que no fomentan una buena educación alimentaria.

Dietas de un solo alimento:
Carecen de muchos nutrimentos esenciales, son aburridas, no pueden mantenerse en el largo plazo, generan frustración y hasta rechazo por ese alimento. Además, a nivel orgánico, ocasionan trastornos digestivos, metabólicos y psicológicos.

 

Dietas altas en proteínas y grasas (o bajas en hidratos de carbono):
Esta es probablemente la más popular. Pide consumir más alimentos como carnes, embutidos, huevos, mantequilla, etc. y suprimir cereales, pan, pastas, leguminosas y tubérculos como la papa y el camote. ¿Cómo reacciona nuestro cuerpo frente a este tipo de dieta?
–  Daño renal y descalcificación de los huesos
–  Decaimiento o falta de energía
–  Presión arterial baja, náuseas y mareos
–  Depósitos grasos en paredes arteriales y problemas cardiacos
–  Incremento de los niveles de ácido úrico
–  Estreñimiento por el bajo aporte de fibra
–  Halitosis  (mal aliento) , deshidratación y pérdida de apetito

 

Dietas altas en hidratos de carbono (o bajas en proteínas y grasas):  
Carecen de grasas y proteínas fundamentales. El peso se pierde a expensas de la masa muscular generando decaimiento y daño cardiovascular. Además el exceso de fibra interfiere en la absorción de los demás nutrimentos.

 

¿Cómo funcionan las dietas mágicas?
Toda dieta que reduzca las calorías que ingerimos nos hará perder peso. La cuestión es por cuánto tiempo. Cuando el organismo detecta una brusca disminución en la ingesta de kilocalorías se defiende gastando menos energía y almacenando grasa. Después, al retomar una alimentación “normal”, seguirá con su sistema de «bajo consumo» y provocará un aumento de peso, más conocido como efecto rebote.

 

Peligroso resulta para nuestra salud y equilibrio físico y emocional realizar estas dietas de manera continua y prolongada en el tiempo. No olvides que la dieta es un estilo de vida y no bajar de peso sólo por temporadas. Las “dietas mágicas” no sirven. Preocúpate por adquirir buenos hábitos que te mantendrán en tu peso toda la vida.

 

Consejos y observaciones:
1) El respaldo profesional y la información adecuada sobre las dietas son fundamentales para bajar de peso y para mantener nuestro peso en un nivel adecuado.
2) Cuando los objetivos de una dieta no son realistas, es imposible alcanzarlos. Al final el estrés y la tensión llevan a bajar los brazos, con el consecuente descontrol en la comida, frustración, falta de confianza y baja autoestima.
3) Las claves son alimentarse equilibradamente, comprometerse con uno mismo y perseverar. Un descenso razonable de peso es de alrededor de ½ kilo por semana después de la primera semana.
4) No existen fórmulas fáciles para adelgazar. La «magia personal» es aceptar el problema, decidirse a cambiar y optar por un tratamiento integral. Es un proceso paulatino de modificación de hábitos sin sentimientos de privación.
5) Hay que tomar en cuenta los gustos, posibilidades económicas, horarios y actividades de cada persona, aportar al menos 1200 calorías por día, equilibrar la ingestas de vitaminas y minerales, y evitar la prohibición radical de alimentos.
6) El ejercicio físico es básico y trabaja en conjunto con una buena alimentación para conseguir un peso saludable.